
Responsabilidad Civil Profesional
Toda actividad laboral que se desempeñe entraña un riesgo. Una instalación con fallos puede causar una inundación. Una reforma puede ocasionar desperfectos en un mueble. Un material no supervisado por el arquitecto podría ocasionar daños en un edificio… Son innumerables los siniestros que pueden producirse debido a una “mala praxis” por parte de una empresa o trabajador.
Las actividades laborales pueden sufrir errores, omisiones o sufrir actos deshonestos por parte de empleados. Estos actos conllevan a reclamaciones y demandas por parte de los afectados. El objetivo de tu seguro de Responsabilidad Civil Profesional (RCP) es responder por ti ante ellas.
El objetivo de los seguros de Responsabilidad Civil Profesional es hacer frente a los daños personales, materiales y consecuenciales que, involuntariamente, por sus errores u omisiones, el profesional haya podido causar a sus clientes en el ejercicio de su profesión, así como los perjuicios que de ellos se pudieran derivar.
No olvides que una reclamación grave podría conllevar al cierre de tu negocio, causando mayores problemas que los que en un principio afrontas. La tranquilidad es algo que todos debemos asegurar.
En caso de siniestro, ¿que me ofrece mi RCP?
Además de asumir el coste del siniestro, un seguro RCP ofrece en su póliza, de forma habitual, asistencia jurídica.
¿Quién está cubierto por el seguro de RCP?
El RCP cubre la responsabilidad civil del propio asegurado como de las personas que dependan de él en una forma directa (Empleados).
¿A quién cubre un RCP?
Fundamentalmente, al damnificado por un siniestro en el que tú o tu empresa son responsables.